¿Qué debo hacer si soy víctima de sumisión química en Francia?

Aunque el primer caso de sumisión química en Francia se remonta a la década de 1980, solo recientemente, bajo la influencia del movimiento de liberación de la palabra de las mujeres sobre los abusos sexuales de los que son víctimas, se ha puesto de manifiesto la magnitud del fenómeno.

Hay muy pocos casos de condenas judiciales en Francia por este motivo y las tipificaciones específicas son muy recientes en el Código Penal francés.

Los investigadores aún no están muy formados en la materia y las propias víctimas tienen dificultades para identificar lo que les ha sucedido, sobre todo porque los efectos de la mayoría de las sustancias dan la impresión de ebriedad, cuando no es así.

La sumisión química se distingue en este sentido de la vulnerabilidad química.

Los análisis para demostrar la existencia de una sumisión química deben realizarse apenas unas horas después de la administración. Lamentablemente, en muchos casos no se aprovecha este valioso tiempo.

Las recomendaciones de la misión parlamentaria francesa que ha investigado recientemente esta cuestión consisten, por lo tanto, en animar a las víctimas a que se hagan un análisis de sangre lo antes posible acudiendo al hospital o directamente a un laboratorio de la ciudad.

Otro examen muy valioso y aún poco utilizado es el examen toxicológico capilar de la víctima en el marco de las investigaciones judiciales. No obstante, solo debe realizarse al menos un mes después de los hechos, ya que solo el crecimiento del cabello permitirá obtener un resultado, en su caso. Dado que el crecimiento medio del pelo es de dos centímetros al mes, se recomienda no realizar la muestra hasta que haya transcurrido al menos un mes.

Este examen puede realizarse en el marco de la investigación y requiere que la víctima avise a las fuerzas del orden.

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